Estás todo el tiempo hablando de que eres cristiano y sacas a relucir la cruz y le pides al Papa que te ayude. ¡Ay Maduro! ¡Iluso! No hay nadie que te salve -de lo que te ha de venir- por terco. Sí, por terco, aferrado a una silla que ya tiene su tiempo contado y que la carcoma la va consumiendo como ese cáncer maligno que te acecha. Primero quítate de la boca de que eres cristiano, pues un cristiano debe tener COMPASIÓN y AMOR por los demás seres humanos y tú careces de ello. Te importa un bledo que los venezolanos coman de la basura; que los bebés ya desnutridos no tengan la leche necesaria para su primera toma y que su experiencia en la Tierra sea morir de hambre. No te interesan los más de 5 millones de compatriotas que han tenido, muy a su pesar, que abandonar el país por hambre, enfermedad y para poder ayudar a su familia desde lejos. 5 millones que no se van de turisteo como tú lo haces con el avión presidencial el cual no te pertenece pues es de todos los venezolanos. Has tenido el morro de -después de haber estado en Moscú para alguna de tus marranadas para seguir esquilmando, robando y empobreciendo al país- desviar el avión a Turquía para deleitar tu paladar con el cordero del chef Salt Bae quien, con amaneramiento, le pone la sal a la carne y cuyo plato individual ronda los mil euros de carne y show. Maduro, no eres cristiano, cristiano es quien sigue a Jesucristo y hace de su vida un ejemplo para los demás. Maduro, tú estás rodeado de demonios que solo esperan a que salgas muy probablemente con los pies por delante, por terco.
mar. 06, 2020